miércoles, 27 de noviembre de 2013

Memories

Los brazos extendidos, los ojos cerrados; tan fuerte que apenas el atardecer me desvela. El pelo enredado juega en mis mejillas y el viento, el viento sopla tan fuerte que apenas me oigo a mí mismo.
¿Debería seguir esa última ola? y dejarme llevar siempre... y perderme entre las aguas, ¡y no volver!
O quizás, juntar los brazos, abrir los ojos; tan de repente, que el atardecer me ciegue. Desenredar mi pelo y gritar, gritar más fuerte que el viento, para recordarle que el próximo año, nos veremos de nuevo 

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